sábado, 30 de mayo de 2015

Las literaturas precolombinas


¿Es posible hablar de literatura precolombina? ¿Hasta dónde se pueden rastrear los orígenes de la literatura en nuestro continente? Las preguntas buscan eludir el lugar común según el cual la cultura en América comienza en 1492 para trascender esa fecha y remontarse a un pasado que, aunque muy lejano y muchas veces olvidado, se nos hace presente una y otra vez.
En esta búsqueda de una parte de nuestras raíces literarias nos encontramos con una primera evidencia: no son muchos los textos de las culturas precolombinas a los que se puede acceder o que son conocidos. Esta situación es producto, en primer lugar, del hecho de que muchos de los pueblos originarios carecían de escritura; así su cultura, sus costumbres, sus tradiciones, su vida se transmitían oralmente. En segundo lugar,  cuando los españoles llegaron a América, varias comunidades decidieron ocultar sus conocimientos y su historia, y conservaron sus costumbres a escondidas. Finalmente, el ímpetu evangelizador de los colonizadores llevó paulatinamente a reemplazar la literatura oral por la literatura evangelizadora. Por estos motivos hay quienes sostienen que no es posible hablar de literatura precolombina. Sin embargo, se han encontrado textos que dan cuenta de las tradiciones de estos pueblos originarios. Uno de ellos, quizá el más famoso, es el Popol-Vuh o Libro de la Comunidad en el que se recopilan las tradiciones de los Mayas.
¿Qué es el Popol- Vuh? ¿Qué relatos crearon  las civilizaciones prehispánicas? ¿Cómo llegan esos relatos hasta nuestros días? ¿Qué diálogos se establecen entre esos relatos y la literatura posterior a la llegada de los españoles? ¿Qué vestigios de esos relatos encontramos en nuestra literatura contemporánea? Estas son las preguntas que buscaremos responder en este espacio.


lunes, 25 de mayo de 2015

Literatura maya


La Cultura Maya fue una civilización precolombina mesoamericana, célebre por haber desarrollado un único lenguaje escrito conocido de la América precolombina. También es notable por su arte y arquitectura, ser arriesgados comerciantes y artesanos y grandes agricultores.
Ésta civilización se estableció durante el período comprendido, aproximadamente entre el 1000 A.C al 250 D.C, pero, al parecer, las investigaciones describen que el período de mayor desarrollo de las ciudades Mayas fue entre el 250 D.C y el 900 D.C, hasta, casi, la llegada de los españoles. Se dice que, en su momento de esplendor, fueron uno de los pueblos con ciudades más densamente pobladas de América y que esto les permitió interaccionar, en un alto grado, con otras civilizaciones, compartiendo características y posibilitándole difundir masivamente su cultura en todo lo que hoy se conoce como América Central.
El pueblo Maya no ha desaparecido no con la decreciente población, ni con la llegada de los españoles y su ulterior colonización. En la actualidad, los mayas y su descendencia forman grandes poblaciones, manteniendo las tradiciones y creencias.


Territorio maya (en el actual México)
La civilización a Maya habitó una vasta región ubicada geográficamente en el territorio del sur-sureste de México, específicamente en los cinco estados de Campeche , Chiapas (lugar donde se ubica la ciudad principal), Quintana Roo, Tabasco y Yucatán; y en los territorios de América Central de los actuales Belice, Guatemala, Honduras y El Salvador, con una historia de aproximadamente 3.000 años.

La lengua oral tiene una gran importancia en esta cultura. En la actualidad, muchas de las lenguas mayas continúan siendo habladas como idiomas principales. El Rabinal Achí es una obra literaria escrita en Idioma Achí ( idioma mayense) representativa de la cultura maya prehispánica. El nombre original en maya del Rabinal Achí es Xajooj Tun, que significa Danza del Tun (tambor). Es un drama dinástico de los Maya Kek’ que data del siglo XV, y un ejemplo raro de las tradiciones prehispánicas.La obra Rabinal Achí fue declarada Obra Maestra de la tradición Oral e Intangible de la Humanidad, en 2005 por la Unesco.
La escritura maya se compone de un complejo conjunto de glifos que laboriosamente se pintaban en cerámica, muros, o códice; se tallaban en madera o piedra (en los que destacan los trabajos en las estelas e interiores de ciertas pirámides); o se moldeaban en estucos Los glifos tallados y moldeados también se pintaban, aunque con frecuencia la pintura se deterioraba hasta perderse. La escritura maya era un sistema logosilábicos cuyo significado es discutido. Los símbolos individuales ("glifos") podían representar bien una palabra (normalmente un morfema) o una sílaba; a decir verdad, el mismo glifo con frecuencia podía usarse de las dos formas. Los glifos mayas eran básicamente logográficos, es decir, cada símbolo representaba un ente o concepto, como "pescado" o "jaguar". En general, los glifos utilizados como elementos fonéticos fueron en su origen logogramas correspondientes a palabras que en lenguaje hablado eran monosílabos, monosílabos que o bien terminaban en una vocal, o bien en una consonante débil como y, w, h o una oclusiva glotal (sonido parecido al de la h en las interjecciones ¡uh!, ¡ah!, ¡eh! del castellano).
Los glifos mayas
Estos glifos fonéticos silábicos que surgieron de esta forma tenían dos funciones básicas: por un lado, servían como complementos fonéticos para desambiguar logogramas con más de un significado (esto ocurrió también en la escritura egipcia), y, por otro, se usaban para escribir elementos gramaticales que carecían de logograma, tales como inflexiones de los verbos (en analogía con el japonés moderno). Por ejemplo, la voz bálam, jaguar, podía escribirse como un sólo logograma (lo representaremos como BALAM en lo que sigue, por comodidad), o podía matizarse añadiéndole logogramas fonéticos, según contexto (ba—BALAM, o también BALAM-—ma, o ba—BALAM—ma, donde ba y ma son glifos fonéticos), o incluso podía escribirse de forma totalmente fonética, con tres glifos (balama).


Según investigaciones y datos extraídos, se sabe que hay pocos modelos de la literatura maya, dado que muchos libros fueron destruidos por el tiempo o la humedad. Sólo cuatro de ellos fueron recuperados: “El Códice de Dresde”; “El Códice de Tro-Cortesiano", "El Códice Peresiano" y "El Códice Grolier". Los Libros de Chilam Balam, Los Anales de los Cakchiqueles y el Popol Vuh fueron escritos en maya yucatano, cakchiquel y quiché, respectivamente, utilizando el alfabeto latino traído por los españoles.


En el Popol-Vuh, en el inicio del libro, aparece una transcripción en lengua quiché, al parecer de naturaleza latina, escrito por un autor desconocido, según cuenta Fray Francisco Ximénez (fraile dominico español reconocido por su conservación del Popol-Vuh). Así, Ximénez ve la importancia de este documento, que según él, había permanecido oculto hasta 1701 por la comunidad maya y se decide traducirlo al castellano. El texto narra desde la creación del mundo de los dioses hasta la creación de los hombres, a partir del maíz, elemento básico de las culturas mesoamericanas y cómo, éstos conquistaron, el mundo.


       

Al parecer surgen dudas de la autoría verídica del Popol-Vuh porque muchos textos narrados allí tienen un gran parecido con la tradición cristiana. Por ello se piensa que los españoles han tenido que ver con la redacción por su apasionamiento en la evangelización.
A pesar de ello, Popol-Vuh sigue siendo una importante revelación, teniendo una  influencia albúmina en la posterior producción de la novela latinoamericana.

Otro texto de suma importancia en la Literatura Maya es el El Libro de Chilam Balam. Es uno de los más famosos, pues refleja la desesperación del aborigen por la invasión de los conquistadores. Se hallaron varias versiones de esta obra, con contenidos distintos según el pueblo que la hubiera escrito, pues se hacían diferentes versiones en los distintos clanes. Pero por su contenido de diversos temas: religiosos, históricos, literarios, sobre astronomía y calendarios, se puede apreciar toda la sabiduría del pueblo maya. En este también se creen de la influencia de los sacerdotes que transcribieron manuscritos sagrados, a los que acotaron noticias locales y elementos de la historia de cada lugar. Eran considerados libros sagrados y se los leía en ocasiones especiales. Las copias que se conservan no son las originales, sino transcripciones de alrededor del siglo XVI.



LINKS DE INTERÉS

miércoles, 20 de mayo de 2015

Literatura azteca





Has escuchado un poema de Nezahualcoyotl, un rey de Texcoco  que vivió entre 1402 y 1472. Seguramente estarás tratando de recordar  quiénes eran los aztecas y dónde vivían. 
Los aztecas o mexicas fueron un pueblo amerindio que organizó un imperio llamado Triple Alianza o Imperio Mexica que se extendió por el centro y sur del actual territorio mexicano, en Mesoamérica, entre las costas del Pacífico y del Atlántico. Este imperio era una unidad territorial, política y económica  dependiente de tres centros: Texcoco, Tlacopan y Tenochtitlán.

 Si querés repasar la ubicación geográfica de las principales culturas precolombinas visitá


Cada una de las ciudades principales de la Triple Alianza era gobernada  por una monarquía electiva. En otras palabras, cuando moría el emperador, el Consejo Supremo o tlatoclán elegía al sucesor. Dicho órgano estaba conformado por los representantes de la nobleza azteca y el elegido también debía pertenecer a la nobleza. El nuevo gobernante era considerado de origen divino y tenía atribuciones ilimitadas respecto de la sociedad inca. Ahora bien, ¿Cómo estaba conformada la nobleza azteca? La familia real, los sacerdotes, los jefes de los dos grupos guerreros, jaguares y águilas, los jefes de los clanes y ocasionalmente algunos plebeyos destacados por alguna acción extraordinaria, formaban parte del la nobleza. Este grupo gozaba de algunos privilegios, uno de ellos era beber chocolate caliente o   xocoatl. 

El resto de la sociedad estaba organizada en los siguientes estamentos: los grandes comerciantes o Pochtecas, los artesanos y comerciantes menores, los Macehuales u hombres libres de los clanes y los esclavos o tlacotin.


La creación de su imperio fue una tarea dificultosa y sus comienzos están inmortalizados en un relato azteca legendario:

Salieron del mítico Aztlán (lugar que no ha podido situarse arqueológicamente) siguiendo los designios de su dios Huitzilopochtli, quien les había indicado que debían buscar un nuevo lugar para ellos. Tras un camino largo y duro llegaron al Valle de México, precisamente a Chapultec, de donde fueron expulsados. Entonces le pidieron al señor de Cohualcán un lugar en donde asentarse. Él les dio Tizapán  que estaba lleno de serpientes venenosas. Pero eso no les ocasionó problema alguno, ya que las asaron y se las comieron. Pasado un tiempo le solicitaron al Señor de los Culhuas  a su hermosa hija con el pretexto de que la casarían con su dios. Pero la ofrecieron en sacrificio. El padre de la joven loco de dolor y enfurecido comenzó a perseguirlos por lo que huyeron hacia los lagos. Una vez allí, a orillas del lago Texcoco, su dios les mostró una señal:  un águila posada sobre un nopal devorando una serpiente. Fundaron entonces en ese preciso lugar Tenochtitlán cuyo nombre significa "donde está el nopal silvestre".


Tenochtitlán fue fundada en 1325. Ciento dos años después fue elegido emperador Itzcoal,  quien organizó religiosa y políticamente el territorio, se alió con Texcoco, Tlacopan e inició un proceso de expansión territorial gracias al poder de las armas.  Fueron sometiendo uno a uno los pueblos de México central, se abrieron camino hacia el mar y llegaron a las costas del Atlántico al mismo tiempo que a las del Pacífico. 

Te invitamos a conocer más sobre esta cultura, su simbología,  su religión, su historia y su legado arquitectónico. 




Lengua

La lengua de los aztecas es el náhuatl. Su nombre proviene de la combinación de dos vocablos: nāhua, «sonido claro o agradable» y tlahtōl-li, «lengua o lenguaje». Sus orígenes se remontan al siglo VII. Debido a la expansión territorial de los aztecas esta lengua comenzó a imponerse por sobre los otros idiomas y llegó a constituirse en una “lengua franca”; esto es, una lengua entendida y usada por todos. Es por este motivo que se le ha asignado el status de lengua mexicana. El náhuatl comenzó a perder hablantes conforme se fueron imponiendo los españoles. No obstante ello, es hoy la lengua nativa que cuenta con mayor número de hablantes en México.

En el siguiente link podés investigar cómo se dicen algunas palabras en náhuatl:





Y aquí podés escuchar a Lila Downs en una versión musical de un poema en náhuatl del poeta contemporáneo Natalio Hernández 



Escritura

La escritura azteca era ideográfica. En ella se combinaban pictogramas, ideogramas y signos fonéticos.  A través de esta escritura registraban el parentesco, los juicios, la contabilidad, la propiedad de la tierra y también su riquísima literatura oral que narraba sucesos históricos y religiosos. Los mitos aztecas narran las luchas de sus dioses y son de muestra de una poesía rica y deslumbrante que busca explicar de algún modo coherente la existencia humana sobre la tierra. Esta escritura se grababa sobre piel de animales y dieron origen a los Códices.  Aunque muchos códices fueron destruidos por los conquistadores; algunos han llegado hasta nuestros días. Uno de ellos, conocido como Códice Borbónico,  fue escrito por sacerdotes aztecas en la época de la conquista española de México. Si querés conocer los códices posteriores a la llegada de los españoles,  textos en los que se  abordan como temas predicciones, el viaje azteca hasta fundar Tenochtitlán, historia y conquistas de cada gobernante, registro del pago de tributos, descripciones de la vida cotidiana, denuncias en contra del virrey, calendario de fiestas anuales y rituales, y propiedades medicinales de las distintas hierbas visitá:  





La poesía azteca


Los poemas aztecas nacen de la necesidad de comprender racionalmente los grandes misterios que sus mitos y cosmogonías pretendían explicar. Es una poesía llena de dolor y de angustia que mostraban una  concepción trágica de la existencia en la que la vida era fugaz. Sus poemas solían ser recitados o cantados al ritmo de tambores y trompetas. A veces incluían palabras sin significado alguno que eran, simplemente, usadas para marcar el ritmo. Además de versar sobre temas religiosos, abordaban aspectos referidos a la amistad, la guerra, el amor y la vida


Para leer poemas aztecas, visitá

http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/literaturaaborigen/poesiasaztecas.asp


Se ha dicho precedentemente que los poemas podían acompañar danzas rituales. Aquí podrás escuchar una poética introducción en español a esta danza ritual y cultural azteca





Otros enlaces de interés





Literatura incaica


Expansión del imperio
El Imperio Inca fue el estado más extenso y poderoso del período precolombino en el continente americano. Aquel pueblo que da nombre al imperio, los incas, vivían en el territorio del actual Perú y luego de un largo proceso impuso su supremacía sobre el resto de los pueblos presentes en los territorios más cercanos primeros, más alejados luego. De ese modo, y principalmente entre los siglo XV y XVI es que se conforma el imperio incaico: se calcula que su extensión fue de casi dos millones de kilómetros cuadrados y su población de hasta 14 millones de personas. La extensión territorial del imperio abarcó los actuales territorios de Ecuador, Perú y Bolivia, el sur de Colombia, la mitad norte de Chile y el noroeste argentino. Este amplísimo territorio se denominó Tahuantinsuyo, que en quechua significa "las cuatro regiones".
Los principales desarrollos de los incas que marcaron un antes y un después tienen que ver con las formas de organización social, política y económicas, entre las que debe destacarse su capacidad militar, pero también administrativa en lo referente a la organización de la mano de obra, estableciendo una estructura económica basada en la agricultura que no tuvo precedentes en la historia del continente (un aspecto que era debidamente descripto por los primeros cronistas españoles).
En la actualidad de este gran imperio una de las cosas que han perdurado son las ruinas de algunos de sus templos, teniendo como el mayor de los ejemplos Machu Picchu. Pero en relación con sus formas de literatura, la cosa es más difícil...

Ejemplo de quipu
La principal lengua hablada en el imperio incaico fue el quechua, un idioma que perdura y aún es hablado por grandes colectivos culturales en toda Latinoamérica. Sin embargo, la principal forma de registro y transmisión del conocimiento fue oral. Existió una forma de escritura, pero que no hacía uso de un alfabeto, sino de la realización de diferentes tipos de nudos con hilos coloreados: los quipus.Este sistema de registro, fue ampliamente utilizado y efectivamente muy útil para el control contable de las operaciones del estado. Pero por otro lado, no es un sistema idóneo para el registro literario de las historias, tradiciones y leyendas del pueblo incaico.
Esta ausencia de una forma de registro escrito es lo que implica que lamentablemente es poco lo que puede decirse de la literatura incaica: si bien los invasores españoles realizaron un registro de algunos ejemplos, y otros perduran aún hoy en día exclusivamente a través de la transmisión oral, son en realidad tan pocos los ejemplos que es difícil responder con certeza sobre qué temas trataban, qué historias desarrollaban y quienes fueron sus autores.

La música y el baile eran importantes formas de expresión
De aquellas tradiciones mantenidas aún luego de estos más de cinco siglos de dolorosa sumisión a través de la transmisión oral y de los pocas transcripciones, podemos sin embargo identificar algunas características de la literatura de este pueblo. Sabemos que mayormente tenían un carácter poético y que los temas centralmente tratados se relacionaban con la naturaleza (las plantas, las flores, los animales, la tierra). Otro aspecto interesante es el hecho de que la literatura estaba directamente asociada a la música y los bailes. La religiosidad es otro de los temas tratados, venerando a sus principales dioses: Pachacamac y Wiracocha.
También se han identificado diferentes tipos de poemas:

  • el wawaki, entonado por coros de jóvenes durante las llamadas "fiestas de la luna",
  • el huahuay, de naturaleza triste y melancólica,
  • el yaravía, relacionado con el amor, y el huaino, relacionados con el amor erótico,
  • el triunfo, que tenían que ver con la guerra y la victoria,
  • el aymoray, inspirados en el tierra campestre y el trabajo agrícola.

Otro dato interesante, es el hecho de que la cultura incaica desarrollo el arte del teatro, que no se presentó en otras culturas precolombinas. El Ollantay es la más famosas piezas de arte dramático que pudimos conocer.



Acerca de la autoría de los poemas, de más está decir que todos son anónimos, sin embargo, sí se sabe que existían dos tipos de poetas, diferenciados por su pertenencia de clase: por un lado los amautas (los poetas oficiales, residentes en las cortes), y por el otro, haravec, que podríamos definir como los poetas populares, recitadores callejeros.

La cultura incaica en Argentina

Se sabe que los incas llegaron al noroeste argentino, a las provincias de Jujuy, Salta, La Rioja, Catamarca y Tucumán. Hay fuente que relacionan este hecho con el nombre de la provincia de Tucumán: una posible traducción desde el quechua es "lugar donde nacen los ríos"; mientras que otra sería "donde terminan las cosas", marcando en este sentido el final del territorio incaico.
Según las hipótesis más antiguas, lo más probable es que el imperio halla llegado hasta ahí, sin sostener una ifnluencia directa sobre los actuales territorios de las provincias de Santiago del Estero y Córdoba, sin embargo, los diaguitas (pueblo predominante en esas tierras) tenian una fuerte influencia incaica: veneraban a los dioses Inti (Dios del Sol) y a la Pacha Mama (la madre tierra), y por otro lado, el quechua tiene una gran influencia en el habla cotidiana de los provincianos de Santiago del Estero (aunque se dice que es así por inmigraciones posteriores a la llegada española).
Un dato histórico interesante es el hecho de que al momento de declararse la independencia argentina, el 9 de julio de 1816 en la provincia de Tucumán, la delaración no fue sólo redactada en español, sino también en quechua, hecho que habla a las claras de las fuerte influencias de esta lengua y de la cultura incaica.

Atahualpa Yupanqui y su guitarra
Nos gustaría por último rescatar la figura del poeta y cantor popular Atahualpa Yupanqui, ya que nos llama la atención sobre la influencia de este pueblo y cultura ancestral sobre Argentina:
Héctor Rovero Chavero (su nombre real) nació en la provincia de Buenos Aires en 1908, hijo de una madre con ascendencia vasca y un padre con antepasados quechua. Ya de pequeño comienza a tocar la guitarra, y a los 9 años la mudanza de la familia a Tucumán significa un hecho fundamental, ya que en esa provincia llegaban por ese entonces indígenas de muchas zonas del noreste argentino, con sus propias músicas y ritmos que lo marcarían en su posterior carrera.
A los 13 años, estudiando la historia del continente y particularmente del imperio incaico es que comienza a pensar en el nombre artístico que lo hará conocido: Atahualpa Yupanqui, que puede traducirse del quechua como el que viene de lejanas tierras.
A los 19 años escribe una de sus más conocidas canciones, Camino del indio:

Caminito del indio:
sendero colla
sembrao de piedras.
Caminito del indio,
que junta el valle con las estrellas.


Caminito que anduvo
de sur a norte
mi raza vieja;
antes que en la montaña
la Pacha Mama se ensombreciera...



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