lunes, 25 de mayo de 2015

Literatura maya


La Cultura Maya fue una civilización precolombina mesoamericana, célebre por haber desarrollado un único lenguaje escrito conocido de la América precolombina. También es notable por su arte y arquitectura, ser arriesgados comerciantes y artesanos y grandes agricultores.
Ésta civilización se estableció durante el período comprendido, aproximadamente entre el 1000 A.C al 250 D.C, pero, al parecer, las investigaciones describen que el período de mayor desarrollo de las ciudades Mayas fue entre el 250 D.C y el 900 D.C, hasta, casi, la llegada de los españoles. Se dice que, en su momento de esplendor, fueron uno de los pueblos con ciudades más densamente pobladas de América y que esto les permitió interaccionar, en un alto grado, con otras civilizaciones, compartiendo características y posibilitándole difundir masivamente su cultura en todo lo que hoy se conoce como América Central.
El pueblo Maya no ha desaparecido no con la decreciente población, ni con la llegada de los españoles y su ulterior colonización. En la actualidad, los mayas y su descendencia forman grandes poblaciones, manteniendo las tradiciones y creencias.


Territorio maya (en el actual México)
La civilización a Maya habitó una vasta región ubicada geográficamente en el territorio del sur-sureste de México, específicamente en los cinco estados de Campeche , Chiapas (lugar donde se ubica la ciudad principal), Quintana Roo, Tabasco y Yucatán; y en los territorios de América Central de los actuales Belice, Guatemala, Honduras y El Salvador, con una historia de aproximadamente 3.000 años.

La lengua oral tiene una gran importancia en esta cultura. En la actualidad, muchas de las lenguas mayas continúan siendo habladas como idiomas principales. El Rabinal Achí es una obra literaria escrita en Idioma Achí ( idioma mayense) representativa de la cultura maya prehispánica. El nombre original en maya del Rabinal Achí es Xajooj Tun, que significa Danza del Tun (tambor). Es un drama dinástico de los Maya Kek’ que data del siglo XV, y un ejemplo raro de las tradiciones prehispánicas.La obra Rabinal Achí fue declarada Obra Maestra de la tradición Oral e Intangible de la Humanidad, en 2005 por la Unesco.
La escritura maya se compone de un complejo conjunto de glifos que laboriosamente se pintaban en cerámica, muros, o códice; se tallaban en madera o piedra (en los que destacan los trabajos en las estelas e interiores de ciertas pirámides); o se moldeaban en estucos Los glifos tallados y moldeados también se pintaban, aunque con frecuencia la pintura se deterioraba hasta perderse. La escritura maya era un sistema logosilábicos cuyo significado es discutido. Los símbolos individuales ("glifos") podían representar bien una palabra (normalmente un morfema) o una sílaba; a decir verdad, el mismo glifo con frecuencia podía usarse de las dos formas. Los glifos mayas eran básicamente logográficos, es decir, cada símbolo representaba un ente o concepto, como "pescado" o "jaguar". En general, los glifos utilizados como elementos fonéticos fueron en su origen logogramas correspondientes a palabras que en lenguaje hablado eran monosílabos, monosílabos que o bien terminaban en una vocal, o bien en una consonante débil como y, w, h o una oclusiva glotal (sonido parecido al de la h en las interjecciones ¡uh!, ¡ah!, ¡eh! del castellano).
Los glifos mayas
Estos glifos fonéticos silábicos que surgieron de esta forma tenían dos funciones básicas: por un lado, servían como complementos fonéticos para desambiguar logogramas con más de un significado (esto ocurrió también en la escritura egipcia), y, por otro, se usaban para escribir elementos gramaticales que carecían de logograma, tales como inflexiones de los verbos (en analogía con el japonés moderno). Por ejemplo, la voz bálam, jaguar, podía escribirse como un sólo logograma (lo representaremos como BALAM en lo que sigue, por comodidad), o podía matizarse añadiéndole logogramas fonéticos, según contexto (ba—BALAM, o también BALAM-—ma, o ba—BALAM—ma, donde ba y ma son glifos fonéticos), o incluso podía escribirse de forma totalmente fonética, con tres glifos (balama).


Según investigaciones y datos extraídos, se sabe que hay pocos modelos de la literatura maya, dado que muchos libros fueron destruidos por el tiempo o la humedad. Sólo cuatro de ellos fueron recuperados: “El Códice de Dresde”; “El Códice de Tro-Cortesiano", "El Códice Peresiano" y "El Códice Grolier". Los Libros de Chilam Balam, Los Anales de los Cakchiqueles y el Popol Vuh fueron escritos en maya yucatano, cakchiquel y quiché, respectivamente, utilizando el alfabeto latino traído por los españoles.


En el Popol-Vuh, en el inicio del libro, aparece una transcripción en lengua quiché, al parecer de naturaleza latina, escrito por un autor desconocido, según cuenta Fray Francisco Ximénez (fraile dominico español reconocido por su conservación del Popol-Vuh). Así, Ximénez ve la importancia de este documento, que según él, había permanecido oculto hasta 1701 por la comunidad maya y se decide traducirlo al castellano. El texto narra desde la creación del mundo de los dioses hasta la creación de los hombres, a partir del maíz, elemento básico de las culturas mesoamericanas y cómo, éstos conquistaron, el mundo.


       

Al parecer surgen dudas de la autoría verídica del Popol-Vuh porque muchos textos narrados allí tienen un gran parecido con la tradición cristiana. Por ello se piensa que los españoles han tenido que ver con la redacción por su apasionamiento en la evangelización.
A pesar de ello, Popol-Vuh sigue siendo una importante revelación, teniendo una  influencia albúmina en la posterior producción de la novela latinoamericana.

Otro texto de suma importancia en la Literatura Maya es el El Libro de Chilam Balam. Es uno de los más famosos, pues refleja la desesperación del aborigen por la invasión de los conquistadores. Se hallaron varias versiones de esta obra, con contenidos distintos según el pueblo que la hubiera escrito, pues se hacían diferentes versiones en los distintos clanes. Pero por su contenido de diversos temas: religiosos, históricos, literarios, sobre astronomía y calendarios, se puede apreciar toda la sabiduría del pueblo maya. En este también se creen de la influencia de los sacerdotes que transcribieron manuscritos sagrados, a los que acotaron noticias locales y elementos de la historia de cada lugar. Eran considerados libros sagrados y se los leía en ocasiones especiales. Las copias que se conservan no son las originales, sino transcripciones de alrededor del siglo XVI.



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